Un capacitador electoral se distingue por adaptarse al público que va a capacitar y al espacio en el que va a impartir dicha capacitación.
Su actitud es servicial, atento a las personas, con capacidad de conectar para poder transmitir el aprendizaje, es responsable, con autocontrol y productividad para las situaciones que puedan presentarse.
Una "mejor práctica" es conocer con anticipación el lugar donde se va a impartir la capacitación, para saber por ejemplo si hay electricidad usar proyector y laptop o es preferible llevar una lona o algún rotafolio.
Es de suma importancia el trabajo del representante general y representante de casilla. Ya que son los soldados de la democracia, quienes defienden la decisión de las y los mexicanos. Deben estar atentos, tener conocimiento del flujo de información del "día de" y actuar con prontitud y responsabilidad.