1. Las actitudes que distinguen a las y los Capacitadores Electorales son el liderazgo comprometido, la toma de decisiones pertinentes y el trabajo colaborativo.
2. Las mejores prácticas de las y los Capacitadores Electorales para el proceso electoral serán siempre y en todo momento formarse como tal, prepararse y documentarse; impartir capacitaciones apegándose a lo aprendido y respetando siempre y en todo momento el material de formación que se adecúa a las necesidades de la casilla en concreto y a la Norma preestablecida por el Órgano regulador del proceso, y en base a ello garantizar el correcto, adecuado y legal desarrollo de la votación el día D.
3. La importancia del trabajo de Representante General y del Representante de Casilla radica en primer término en ser la voz del Partido representándolo con dignidad y valentía, defendiéndolo de posibles atropellos y denunciando todo acto que vulnere la intención del voto (libre y secreto) de sus simpatizantes (mediante votos controvertidos) y de aquellos que de manera libre manifiesten descontento por los candidatos, partidos y/o sus propuestas (mediante la anulación del voto) evitando que sean usados arbitrariamente en favor de alguno de estos.